¿Has oído hablar del tratamiento del Bruxismo con Toxina Botulínica?
El Bruxismo es lo que la gente conoce como el rechinar de los dientes, apretar y mover las mandíbulas creando una gran presión en los dientes con graves consecuencias a largo plazo.
Es un movimiento se realiza de forma inconsciente, no es voluntario y sobre todo en la fase de sueño aunque también ha pacientes que lo hacen durante el día.
Este movimiento fuerte, repetitivo y de gran presión hace que los dientes puedan llegar a romperse, se desgastan y se aflojan.
Es muy importante diagnosticarlo y tratarlo lo antes posible para que no cause daños permanentes.
Una característica muy importante a parte de la afectación dental, es el dolor en la mandíbula, en la articulación temporo-mandibular que puede llegar a crear luxaciones o artrosis de la misma con el paso de los años, dolor de cabeza, de oídos e incluso de los músculos faciales y cervicales.
El tratamiento del Bruxismo está relacionado con el grado, la afectación de estructuras, el riesgo de tener lesiones dentales y la afectación de los músculos de la zona.
Tratamiento del Bruxismo
El primer paso del tratamiento sería utilizar una férula de descarga para reducir el impacto pero muchas veces no es suficiente y tenemos que recurrir al tratamiento con Toxina Botulínica.
El tratamiento con Toxina Botulínica tipo A para el Bruxismo, consiste en aplicar toxina en el músculo masetero y algunas veces también en el músculo temporal provocando una relajación de los mismos sin afectar para nada la masticación y eliminando todos los efectos que produce el Bruxismo.