Se trata de una técnica médica consistente en realizar microinyecciones subcutáneas localizadas de CO2 medicinal.
Las microinyecciones se hacen por el médico especialista con un equipo que controla la dosis de CO2, flujo, temperatura y tiempo de aplicación. La oxigenación de las células que se provoca es una reacción natural del organismo cuando detecta una concentración inusual de CO2 en una zona localizada.