
Estamos muy cansadas
Comida de amigas, cincuentonas, la mayoría divorciadas, con hijos, empresarias y con un denominador común: ¡Nos sentimos muy cansadas!
No confundamos, no cansadas de nada ni de nadie, se trata de un estado de ánimo, de una especie de agotamiento que no logramos sacarnos de encima. Unos días es físico, otro es mental, días de súper actividad y otros días casi ni poder levantarnos de la cama y el tema de la conversación ha sido lo que nos está pasando, porque nos sentimos de esta forma cuando nosotras siempre podíamos con todo.
En estos momentos no priorizamos el dinero, aunque sí es cierto que dependemos de él, además estamos contentas y felices con nuestra profesión, la cuestión no es ganar más dinero, no es posicionarse más en el ámbito laboral y la mayoría llegamos a la conclusión que no hemos podido ni sabido parar, que hemos priorizado muchas cosas y que nos hemos cuidado muy poco durante todo este tiempo, divorciadas con hijos de edades tempranas, muchas con divorcios complicados, profesionalmente muy activas y con una gran carga afectiva y moral para intentar no fallar nunca ni dentro ni fuera de casa, un reto diario sin parar. Y hemos llegado a la menopausia, con nuestros achaques, cambios de humor, cambios físicos y los hijos prácticamente fuera de casa, y ahora empieza todo. Aquí estamos, nos sentimos vulnerables y nos está afectando.
Además del agotamiento físico, la ansiedad es una de las emociones más comunes entre todas nosotras con mayor o menor grado y muchas veces no sabemos cómo hacerle frente a pesar de que va mostrándonos señales y avisos, y si la reconocemos muchas veces no sabemos cómo gestionarla.
A veces sentimos vergüenza, de sentirnos frágiles, por no molestar, por no preocupar y porque durante muchos años hemos creído que podíamos con todo, incluso los de nuestro alrededor también lo han creído y no hemos querido o podido hacer cambios en nuestras vidas para mejorar este estado.
Ya es hora de que empecemos a cuidarnosm porque el tiempo no se detiene.
Intentaremos ponernos algunas pautas fáciles y poco a poco vamos a empezar a cambiar la actitud.
- Empezar a realizar un poco de ejercicio, no hace falta morir en el intento. Caminar algunos días a la semana y sino en fin de semana. Por poco que hagamos siempre será mejor poco que nada y si puede ser acompañadas mejor.
- Alimentarnos lo mejor posible, comer sin prisas, despacio y sin móviles ni televisión, etc… Que sea un momento de desconexión.
- Intentar no preocuparnos tanto por los problemas, solucionarlos rápido, no dejar que se apoderen de nosotros, ni que estén constantemente rondando por la cabeza.
- Planificarnos bien la agenda para poder disponer de algunos ratos para nosotras mismas. Priorizar actividades.
- No anticipar situaciones negativas, no sufrir por algo que aún no se ha producido.
- Buscar apoyo, cuando hay situaciones que han llegado a desbordarnos, hablarlo, y si es preciso buscar terapias que puedan ayudarnos.
- No estar buscando siempre la aprobación de los demás, no lograremos nunca ser felices, tenemos que aceptar que no vamos a agradar a todos.
- Ser positivas y ver el lado bueno de las cosas.
Si empezamos poco a poco a realizar pequeños cambios seguro que nos sentiremos mejor y más felices y a ver si en la próxima comida lo refleja nuestro estado de ánimo. Seguro que sí. ¡Ánimo chicas!
Artículos recientes
Descubre la rinomodelación
La rinomodelación estética, es el remodelado nasal realizado con técnicas estéticas no invasivas y no quirúrgicas, mediante el uso de materiales de relleno...
Luce tu sonrisa
Una solicitud muy frecuente en nuestras consultas es el relleno de lab superior porque la paciente cuando sonrie deja muy expuestas las encias y el labio...