Dejar de teñirme, dejar fluir mi cabello tal y como era, dejar de esconderlo detrás de tintes durante muchos y muchos años. No tenía ni idea del color que tenía, me imaginaba un color grisáceo, un pelo canoso que envejecía el rostro, siempre preocupada por las canas y por el aspecto que tenía mi cabello.
Por mucho que lo cuidara no tenía salida … peluquería, tinte cada 15 días … y más peluquería. Era incapaz de darle un aspecto bonito si no acudía a la peluquera.